Si estás leyendo esto es porque probablemente ya te decidiste a visitar la Riviera Maya, y déjame decirte algo: tomaste una gran decisión. Esta región no solo tiene algunas de las playas más bonitas del mundo, también está llena de historia, cultura, cenotes mágicos, comida brutal y buena vibra por todos lados.
Si no encuentras tu hotel / destino o tiene una solicitud especial, contáctanos en: contacto@odigooviajes.com
Pero ojo: como en todo buen viaje, hay cosas que es mejor saber antes de llegar. Así que acá te dejo una lista de consejos que te van a ayudar a disfrutar tu aventura al máximo, sin sorpresas ni contratiempos.
La Riviera Maya no es solo un lugar, ¡es una franja larguísima con muchísimas opciones! Por eso, lo primero es elegir dónde vas a quedarte, según tu estilo de viaje.
También puedes dividir tu viaje. Pasa unos días en Cancún y otros en Tulum o Playa. ¡Así lo vives todo!
El clima en la Riviera Maya es cálido casi todo el año, así que no necesitas llevar maletas llenas de ropa. Pero sí hay algunas cosas que no pueden faltarte:
Ah, y si vas a visitar alguna zona arqueológica, lleva agua, bloqueador, tenis cómodos y paciencia con el calor.
Los lugares más populares como Xcaret, Xel-Há, Isla Mujeres o los cenotes más famosos se llenan, especialmente en temporada alta (Semana Santa, verano y diciembre).
Si ya sabes qué lugares quieres visitar, reserva con tiempo. Algunas experiencias tienen cupo limitado por día o te ofrecen descuentos por comprar en línea. Además, así te evitas las filas y te aseguras de tener tu lugar.
Revisa si tu hotel tiene alianzas con agencias o parques. A veces hay paquetes con mejor precio que si los compras directo.
Sí, vas al paraíso, pero eso no significa que debas olvidarte de protegerte. El sol en la Riviera Maya pega fuerte, incluso cuando el cielo está nublado. Usa protector solar todos los días para evitar daños futuros en la piel.
Eso sí, elige productos que sean amigables con el medio ambiente, especialmente si vas a meterte a un cenote, arrecife o parque ecológico. Muchos lugares te prohíben el uso de bloqueadores convencionales porque dañan el ecosistema marino.
Lo mismo aplica para el repelente. Hay opciones naturales que funcionan súper bien y no afectan a la flora ni la fauna local.
Aunque puedes moverte con transporte público o tours, rentando coche tienes mucha más libertad. Así puedes visitar playas escondidas, cenotes secretos, pueblitos mágicos y zonas arqueológicas sin depender de horarios o grupos.
Las carreteras son bastante buenas, hay señalización clara y en general es seguro. Solo maneja con precaución, respeta los límites de velocidad y trata de llenar el tanque si vas a zonas alejadas.
Y si no quieres manejar, no pasa nada: hay colectivos, vans, taxis y aplicaciones tipo Uber.
La comida de la Riviera Maya es una locura. Puedes comer desde tacos de cochinita pibil, ceviches fresquísimos, panuchos y marquesitas, hasta cocina gourmet en restaurantes frente al mar.
No te quedes solo en los restaurantes del hotel. Explora los mercados, los puestitos callejeros y los restaurantes locales. ¡Ahí es donde está el verdadero sabor del Caribe!
Y si te gustan las bebidas tropicales, prueba un agua de chaya, una michelada bien fría o un mezcal artesanal. Pero eso sí: hidrátate mucho, el calor y el sol te pueden pasar factura.
Sí, la playa es increíble, pero la Riviera Maya es mucho más que eso. Hay cientos de cenotes, algunos turísticos, otros escondidos en medio de la selva. Nadar en uno es una experiencia única: el agua es fresca, cristalina y hay una energía especial en esos lugares.
También puedes visitar ruinas como Tulum, Cobá o Chichén Itzá, que están a una o dos horas de distancia. Subirte a una pirámide maya y ver la selva desde arriba no tiene precio.
Déjate llevar, explora y disfruta cada rincón. Porque este viaje no es solo una vacación… puede ser una experiencia que te cambie la forma de ver el mundo.
Viajar a la Riviera Maya es abrir la puerta a un mundo lleno de colores, sabores, sonidos y paisajes que parecen sacados de un sueño. Y con estos consejos, te aseguras de que tu aventura sea inolvidable de principio a fin.
Así que prepara tu maleta, activa el modo explorador y prepárate para descubrir un destino que lo tiene todo: playas, historia, naturaleza, sabor y magia.